Ella tiene en su pecho una armadura,
es fuerte y no desiste en su lucha,
tan precioso es tenerlas
y sentir ese amor que arruya.
Tocar sus manos,
ese preciado calor que transmiten,
y ese pecho que te reconforta,
que alegra hasta las noches más grises.
Dios me bendijo contigo,
reina de mi vida,
Y solo me queda por decirte...
gracias por los cuidados y caricias.
- Autor: Sara (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 25 de junio de 2021 a las 19:42
- Comentario del autor sobre el poema: Leyendo el fragmento "El Señor Presidente" de Miguel Ángel Asturias, me llamó mucho la atención este texto "dando a entender que su pena de madre era más amarga", escribí esto cortito para tí, mami, espero cada día ser mejor persona y ser mejor hija para que no te identifiques con una pena amarga.
- Categoría: Carta
- Lecturas: 54
- Usuarios favoritos de este poema: Augusto Fleid
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