Siempre he sentido pena de la luna. Ella, a diferencia del sol, tiene que ejercer una fuerza descomunal a fin de compensar la lobreguez de la noche. Esto apenas logra conseguirlo sin mayor éxito. Mientras que el sol, únicamente asomando deslumbra y otorga de color a la vida en la tierra. La luna, ni en su mayor apogeo de brillantes y elocuencia, puede dar cobijo al mundo que pretende iluminar de la forma en la que el sol lo hace. La luna es una lucha impasible y constante.
Luna, tú que luchas futilmente por iluminar durante las tinieblas, tu que estas más proxima a nosotros que tu contraparte, quizás te hayas dejado envevenar por aquellos a los que aún te rinden culto, seres que al igual que yo, viven ensombrecidos en las más provechosas penurias, disfrutando y regocijándose en las desgracias de las que nos arrojamos. Esperamos nosotros, a diferencia de ti, bella dama nocturna, hallar un sentido a la existencia.
Tú, diosa de la noche.
Tú que desprendes serenidad para los liberados y pena a los aún afligidos.
Te pido perdón.
Pido a ti tu perdón y al mismo tiempo tu consejo:
Impasible y serena dama de las sombras ¿Cómo es que tu presencia no es opacada por tu contraparte?
Tu, ama del misterio
Bella mujer de la noche.
¿Me perdonarías alguna vez? Si lo deseara tanto, ¿sería suficiente?
¿Haría falta algo más que eso?
Quizás no. Oh dios espero que no.
En caso contrario, mi resignación ya está consumada.
Lo siento.
Yo no soy como tú.
Ojalá serlo. De verdad.
Creo que me perdonaría si de verdad fuera tú.
Y creo que por eso mismo jamás llegaría a serlo.
Oh dama inalcanzable, que pareces tan cercana y a la vez tan distante.
¿Que será de mi si de ti me olvidase?
Quizás mis noches no apabullarían culpa, no serían tan dolorosas, desgarradoras ni serían tan animalmente crueles para conmigo de mi parte.
Resulta natural en mi, amada mia, compararme de ti y de tu sol contraparte. Símbolos opuestos de dominación audaz y de sumisión serena.
¿Eres afín al sarcasmo?
Quizás no, quizás es algo a lo que tú jamás, inmutable ser, llegarías a saber o intentar comprender. No es que pudieras enplearlo para nada tampoco. En un sentido metáforico y literal, el sarcasmo no es compatible a tu símbolo.
A lo que representas.
Tú, mi receptáculo de lamentos
Tú, mi cruel consuelo
Espectro que acecha por obra nocturna: pena hacia ti es lo unico que puedo otorgarte,
después del dolor que de mi sale el consagrarte.
¿Qué más esperas que de mi yo pueda darte?
¿Serías capaz de pérdonarme?
- Autor: Diego Vázquez ( Offline)
- Publicado: 26 de junio de 2021 a las 09:39
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 21
- Usuarios favoritos de este poema: Augusto Fleid, Amanecer
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