Trepidan en centrífugo crik las chispitas de la lumbre
en combate fueguino sin pactada tregua contra el frío
una beligerancia verdad, no de mera y dócil costumbre
placer bélico de dos seres ajenos a todo cándido gentío.
Es acaso mínima la luz del sonoro día que ya lejos partió
trueque de la lívida apacibilidad de lentas horas sucedáneas.
Ella, Psiquis, solitaria en dimensión nocturna que renació,
alecciona las neuronas que bailarán sinapsis espontáneas.
Diestro fue el viraje al mundo de las más veteranas memorias
las párvulas estampas de ludismos propios de la primera niñez
no se concebía por entonces el reinado de implacables Morias
que el presente jugaba muy feliz en estado de novicia placidez.
Cargó rápido la Vida, años, lustros, décadas y recias experiencias,
cuanto de pronto advino saltarín el precio de los daños corporales,
y rancias farmacopeas del lucro apenas restaurando insuficiencias
afines a esos adustos discursos de barbados filósofos existenciales.
La danza de la rítmica Terpsícore alcanzó alto grado de fatiga
las bailarinas llamas rubí de la fogata y sus brasas no se arrugan
y el dúo amante, sanjuaninos parlantes, ya no porta fogosa liga,
Morfeo legañoso les envía subversivos guardianes que no deliran.
- Autor: Charo. (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 26 de junio de 2021 a las 15:16
- Comentario del autor sobre el poema: La senectud apaga los fuegos pero los permuta por los hallazgos de Psiquis.¿Será así...cuando el resultado del multiplicando por el divisor propone un cociente esquilmado?
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 43
- Usuarios favoritos de este poema: Augusto Fleid
Comentarios1
Es que el coeficiente además "tiene buena prensa"...ajena! Saludos, Ort!
Para poder comentar y calificar este poema, debes estar registrad@. Regístrate aquí o si ya estás registrad@, logueate aquí.