El agua

Lucy Quaglia

 El agua corría,

jugaba atrevida,

no se detenía,

no veía nada,

solo recorría

las cosas dormidas

cuando sin quererlo

pensás encontrar

lo que te parece

que te haría mal.  

El agua saltaba

buscando las piedras

que sin darse cuenta
hacía llorar,

y entre las bebidas,
las flores, la casa, 

las horar sin tino,

la voz del lugar,

el agua del río

besaba las plantas

y se iba lejos

a buscar el mar.  

El río me llama,

me busca, me atrapa,

me lleva muy lejos

hasta el ancho mar,

me besa las manos,

la cara, la vida,

me gusta que el río

me pueda llevar

sobre olas bajas

que puedan rodar.  

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