No sabia que hacer. La única certeza que tenia era mi nudo en la garganta. Todo se ponía borroso, no sé si por las lágrimas o porque mi estómago estaba más que vacío. Buscaba soledad, aire, cualquier cosa que se dignara a pelear con mis pensamientos, pero nada. Lo único que hallé fueron más nudos, más asfixia. No debería de sorprenderme, soy lo que tengo y lo que tengo es mucho. Es mucho para vivir, es mucho para respirar. El dolor en el pecho es solo eso, dolor, dolor que me ha acompañado por años pero ahora se está volviendo más molesto. Se esta extendiendo. Se mueve por mis brazos, por mis uñas. Tengo miedo. Soy lo que tengo y lo que tengo es terror. No le temo al dolor de mi pecho, le temo a que sin importar lo que pase sé como terminaré. Terminaré enterrada en la soledad, donde el dolor se sumerge en uno. Soy lo que tengo y lo que tengo es dolor, frío y oscuro dolor.
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