La deje ir y no sé porque.
Tal vez no era la indicada, tal vez era una de tantas.
Pero como saber si no era para mí,
si solo la deje de hablar y nada más,
ni le di la oportunidad de que intentara hacerme feliz.
La deje ir y tal vez fue porque siempre era lo mismo;
Siempre en la cama con tragos infinitos,
sexo cada fin de semana y en la semana ni un escrito.
Puede ser que aborrecí eso, ya el sexo no tenía ningún sentido para mí
Buscaba un bienestar inefable y al ver que siempre era lo mismo, entonces tuve que dejarla ir
La deje ir y me sentí tan raro,
fue como perder dinero y luego recuperarlo.
No me sentía triste pero tampoco feliz,
sabía que mi futuro incierto estaba en otro lado, en otros labios,
y que su cuerpo efímero no me haría dar el brazo a torcer, así que solo la deje ir.
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Autor:
Gustavo Samudio (
Offline)
- Publicado: 1 de julio de 2021 a las 20:54
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 32
- Usuarios favoritos de este poema: Augusto Fleid
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