La perfección es una cualidad intelectual, la belleza, una percepción espiritual. Una obra puede ser perfecta y dejarnos fríos y sin embargo, otra cuajada de imperfecciones, puede sacudirnos el alma y eso es en parte, porque la belleza también está en los ojos que la admiran. La belleza es paz y es equilibrio, pero hay otra forma de belleza, es la belleza de la tragedia, la que conmueve, la que sacude, la que desgarra y esa belleza es quizás la forma más sublime de la expresión humana. Aquellos que pontifican que no existe poesía sin medida, ritmo y rima son los mismos que solo aceptan la pintura figurativa, la música sinfónica o la escultura hiperrealista, aquellos que exigen que el teatro conste de tres actos y la narrativa de planteamiento, nudo y desenlace. Cada aurora, cada anochecer son irrepetibles, ninguno sigue unas reglas cromáticas, los pájaros del amanecer cantan sin partitura y las manos esculpen el cuerpo deseado con los ojos cerrados. La belleza no está en el continente, es el aroma que respira el oyente, el brillo que ciega al espectador y el eco que conmueve el alma del lector. La auténtica belleza no conquista la inteligencia del cerebro, conmueve la sensibilidad del corazón.
- Autor: Jose Luis Posa Lozano ( Offline)
- Publicado: 5 de julio de 2021 a las 18:01
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 38
- Usuarios favoritos de este poema: Augusto Fleid
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