No sé. Tal vez…
Entré a tu vida sin pedirte permiso,
me apoderé de tu aula,
anduve en el mismo parque,
caminé los mismos senderos
y cuando reposabas tu cabeza
en la almohada,
mandé a Morfeo al desempleo
y tus sueños fueron sólo para mí.
Mis palabras alzaron vuelo
y se anidaron en tu piel,
mis versos remontaron al viento
y se metieron en tu ser.
Ya no soy yo, ya no sos vos,
ahora somos los dos.
Fue mi boca la que se posó silenciosa
sobre tu pelo y mis manos
acariciaron tu cuello,
ya no fuiste más vos,
fui yo adentrándome en ti
y conociendo cada rincón de tu cuerpo,
de los destellos de tus ojos,
de tu sonrisa graciosa,
de tus manos de seda
y de la eterna primavera
que pusiste frente a mí.
¿Cómo te recorrí en plenitud
llegando a las profundidades de tu ser?
No lo sé. Tal vez…
Alma Erótica
José Luis Agurto Zepeda
Managua, Nicaragua
8 de julio 2015
- Autor: Alma Erótica de José Luis Agurto Zepeda (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 8 de julio de 2021 a las 13:02
- Comentario del autor sobre el poema: Cuando el amor alcanza grandes proporciones, hay una identificación de los dos seres que se arriman de forma individual, para terminar siendo uno. Ya no más dos, uno solo en cuerpo y alma. Espero disfruten este poema, como yo lo disfruté al escribirlo.
- Categoría: Erótico
- Lecturas: 89
- Usuarios favoritos de este poema: Poemas de Pepita Fernández, Augusto Fleid, migreriana
Comentarios2
PROFUNDIDADES DE MI SER (Poemas de Pepita Fernández)
¿Cómo me recorriste en plenitud
llegando a las profundidades de mi ser?
Fue tu verso sobrevolando
en mi piel adormecida ,
fue esa música como manantial
que a nuestras soledades unía.
Fue tu alma de docente
que enhebraba nuestros horizontes.
Fueron los dedos invisibles
que entrelazaron nuestros sueños.
Fue la emoción nueva en el asombro perplejo.
Fue tu palabra que me erizaba
fue mi respiración en tu pecho
cuando el cielo en nuestros brazos giraba.
Fue tu pasión que... a amar me enseñaba
ya sin insomnios en la almohada .
Y fue tu voz que me desciende,
en la espesa noche, como el rocío
goteando en mis nuevas fiebres.
Bello tu poema , un aplauso con las palmas de la piel de mi ser, querido poeta
Cuando un poema despierta otro,
ambos se fusionan, representando
dos cuerpos por fundirse...
en ese abrazo apasionado,
en ese beso intencionado
y en caricias que se sienten
por debajo de la piel y...
juntos, liban de cada uno la miel.
Para poder comentar y calificar este poema, debes estar registrad@. Regístrate aquí o si ya estás registrad@, logueate aquí.