Después del ocaso...

Este ocaso fue cruel, hiriente, 

dolió su inicio y su desarrollo en cada centímetro de mi cuerpo;

parecía ser infinito, pero ya se esta marchando de mí.

me ha dejado una gran lección que la vida

hay que valorarla cada segundo, hay detalles tan pequeños

que muchas veces no le vemos el verdadero sentido de su función.

Solo existe una vida y se puede escapar con un ventaron

que puede entrar en cualquier momento,

por una rendija o un soplo de nuestra ventana,

queriendo alejarnos de seguir viviendo.

pero con ayuda de Dios, de la fuerza que me dio,

para levantarme es que puedo hoy escribir estas palabras.

Soy afortunada de poder decir he superado esto con un altibajo bastante profundo;

pero no mas poderoso que mi voluntad para sobresalir

con mis sueños y ansias locas de continuar viviendo,

porque tengo mucho porque hacerlo.

Mis propósitos van mas haya de un instante

son aquellos que renacen entre las cenillas;

que suelen ser la ultima fase de nuestra existencia humana,

son aquellas semillas pequeñas que al regarlas

crecen hasta el infinito de las murallas mas altas

porque no tienen limites para ser libres de las adversidades.