Mi motivación actual es desconectar de internet, hacer otras cosas, vivir, conectar con un buen libro, sin dejar del todo la esencia de mis letras, por ese motivo permanezco más ausente, ocupándome más de mí y de mi familia
El padre y el hijo
Un hijo llevó a su padre a un restaurante para disfrutar de una deliciosa cena. Su padre ya era bastante anciano, y por lo tanto, un poco débil también. Mientras comía, un poco de los alimentos caía de cuando en cuando sobre su camisa y su pantalón. Los demás comensales observaban al anciano con sus rostros distorsionados por el disgusto, pero su hijo permanecía en total calma.
Una vez que ambos terminaron de comer, el hijo, sin mostrarse ni remotamente avergonzado, ayudó con absoluta tranquilidad a su padre y lo llevó al sanitario. Limpió las sobras de comida de su arrugado rostro, e intentó lavar las manchas de comida de su ropa; amorosamente peinó su cabello gris y finalmente le acomodó los anteojos.
Al salir del sanitario, un profundo silencio reinaba en el restaurante. Nadie podía entender cómo es que alguien podía hacer el ridículo de tal manera. El hijo se dispuso a pagar la cuenta, pero antes de partir, un hombre, también de avanzada edad, se levantó de entre los comensales, y le preguntó al hijo del anciano: “¿No te parece que has dejado algo aquí? “ El joven respondió: “No, no he dejado nada”. Entonces el extraño le dijo: “Sí, has dejado algo! ¡Haz dejado aquí una lección para cada hijo, y una esperanza para cada padre!” El restaurante entero estaba tan silencioso, que se podía escuchar caer un alfiler.
Uno de los mayores honores que existen, es poder cuidar de aquellos adultos mayores que alguna vez nos cuidaron también. Nuestros padres, y todos esos ancianos que sacrificaron sus vidas, con todo su tiempo, dinero y esfuerzo por nosotros, merecen nuestro máximo respeto. Si también sientes respeto hacia los adultos mayores, comparte esta historia con todos tus amigos.
Autor desconocido, para poemas del alma de la mano de Jordi Etresi
- Autor: Jordi Etresi (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 10 de julio de 2021 a las 05:33
- Categoría: Reflexión
- Lecturas: 33
- Usuarios favoritos de este poema: Freddy Kalvo, Willie Moreno, Anton C. Faya, KORO, alicia perez hernandez, María C.
Comentarios4
Es un hermoso relato y muy aleccionador. Gracias por compartirlo mi estimado Jordi.
Abrazos fraternales.
A ti por leerlo me gustan mucho estas historias de reflexión te hacen pensar de lo lindo fuerte abrazo Freddy
...padre e hijo forman parte del mismo Dios, Así como un día el padre cuido y vivió para su hijo, así el hijo debe velar y cuidar a su padre. Hermoso relato..gracias por compartirlo Jordi., abrazos!!
A veces estos relatos son bonitos compartirlos ya que dejan grandes lecciones y gran conciencia entre todos nosotros, gracias por leerlo Koro, salu2
aaaaaah me quede muda, que se dice cuando la edad se te viene encima y solo ves a tus hijos darte todo lo que necesitas, amor, cuidado, atenciones, me siento afortunada y muy bendecida por eso. Hermoso relato que bien te dijo “Sí, has dejado algo! ¡Haz dejado aquí una lección para cada hijo, y una esperanza para cada padre!”
Abrazos y saludos poeta y amigo Jordi
Cuando por casualidad leo estos relatos no me dejan indiferente y sin duda eres afortunada yo en mi caso quizás con el tiempo lo viva o no, tampoco quisiera ser una carga para mis hijos.
Cuando se llega a viejo y los hijos te sostienen, no pasas a ser una carga sino una bendición, lo veo en mis hijos que me dan todo lo que necesito y hasta de mas, y lo vi en mi madre que tuvo todas las atenciones de sus hijos, yo viajaba de mi lugar de residencia a donde ella vivía cada mes, mi hermano que en ese entonces ejercía como maestro antes de irse a trabajar dejaba a mi madre cambiada de pañal y la dejaba almorzada. Nunca pienses que seras una carga para tus hijos es igual que decir que tus hijos son una carga para ti, y no lo son, verdad?? Cuando los hijos te dan tu ya diste con todo tu amor y cuidado. así que lo vuelvas a decir. Un abrazo mi poeta Jordi
Hola Alicia no creo ser una carga pero si por como veo a mis hijas me temo que no voy a estar muy equivocado, cada familia es distinta y puede que en mi caso en el futuro no me falte de nada pero tampoco creo en una atención constante por parte de mis hijas, tendrán sus trabajos, su vida eso si en una residencia no me veo antes desaparezco y me quedo en una isla tropical.
Muy cierto, un EJEMPLO a seguir, que muchos no hacen encierran en Residencias a sus ancianos, y a veces ni van a visitarlos, lo sé, lo he visto, soy voluntaria de una,(ahora con la nueva oleada no me dejan ayudar no soy enfermera), solo están los enfermeros.
Un abrazo
Es complicado a veces no podemos dar lo que se merecen, los trabajos nuestros ocupan muchas horas y los gastos diarios son enormes mas si se vive en una gran ciudad pero si es cierto que hay que estar saber estar y hacer lo posible por ellos.
Como tu bien dices Maria lo vives o has vivido en primera linea y sabes lo que es.
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