Si yo te quiero
ya te es suficiente,
lo demás no importa.
—Nieztsche cita en su Zaratustra
a Wilhem Meister—
—la cita no es exacta, es una simple
paráfrasis—
Si me he dejado recibir
de Cupido tus flechas,
si de un banco de ellas
solo tu flecha ha llegado,
ya con eso te basta,
date por satisfecha,
no pidas además lunas
que inalcanzables de altas.
Si eres Afrodita
a la vista de Paris
date ya por satisfecha,
no pidas aditamentos
que no me pertenecen,
que no son llave
para una cerradura
que no clausura su sacristía,
que no se aviene a convenios
exclusivos, a arcas de la alianza
que no son ni alianza ni arca,
que no abarca la cuarta extensión
de una mano abierta de meñique
a pulgar, que regular se adapta
a la carta que circunscribe
sus derechos, su libre albedrío.
Sigue el río que te fluye dentro
y zambúllete en mis aguas,
eso sí, llévate toalla por si las lágrimas
inundan la superficie tostada de una piel
que ya anda gastada de tanta llaga,
de tanto roce de yugos y cabestros,
de tanto siniestro que no se paga.
Te pido el placer que se vende
con moneda de una sola cara,
no letra pequeña ni contraindicaciones,
no erecciones que deban pasar
por oficinas ni consortes,
no resortes que impidan
que la matraca del acontecer
tenga topes ni golpes, ni desperfecto
que niegue las vueltas y vueltas
con sonido estridente que la caracterizan,
aunque solo sea para volver al mismo sitio.
No importa, quiero regresar a mi orilla
tras zambullirme con las sirenas,
por muy afinado que sea su cante...
- Autor: Albertín (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 11 de julio de 2021 a las 09:31
- Comentario del autor sobre el poema: Disfrutar sin pagar el precio que el escaparate expone. Algo que solo robando es posible.
- Categoría: Reflexión
- Lecturas: 44
- Usuarios favoritos de este poema: Haz Ámbar, Augusto Fleid, ..........................
Comentarios4
Disfrutar de la lectura de unas líneas bien hilvanadas y concebidas, no tiene precio.
No envidio con maníaco celo la fortuna de disfrutar la inspiración que pueda brindar un ambiente pletórico de musas en la ciudad luz y a mi mala fortuna no la desdeño ni la desprecio, me arropo con el estímulo que me obsequian y que no considero banales, como humano con utópicos sueños, con eso me conformo, o más que conformismo, me enorgullezco solo con eso, con lo que me brinda mi no tan luminoso entorno...
Saludos dominicales y cordiales.
Agradezco caramente tus palabras y el trabajo que plasmarlas supone. Un saludo mensajero dios.
Impresionante trabajo colega
Me alegra que te haya gustado Augusto. Un abrazo
Volví por aquí!!! muy bello Alberto!! un beso
Otro para ti Lau. Gracias por venir.
Excelente cierre para un trabajo reflexivo e inmensamente humano. Placer es leerte, querido escritor.
"No importa, quiero regresar a mi orilla
tras zambullirme con las sirenas,
por muy afinado que sea su cante..."
El premio está en la elección, aunque también la manzana envenenada si el bocado no elude la ponzoña, como ocurrió a propósito del Juicio de Paris. Este final es un pronunciamiento de libertad de aquellos que se estilaban en las Españas del siglo diecinueve. Es una quimera porque proclama el placer de la carne sin pagar el precio. Siempre las puertas abiertas para tus ojos...
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