Qué triste cómo la ama
y no lo ama de vuelta,
le dolió hasta el alma
y se secó como piedra.
Cómo duele el puñal
enterrado en el pecho,
con semejante frialdad
de despiadado témpano.
Le arrancaron la cabeza,
la carne de los huesos,
le drenaron las venas;
despedazaron su cuerpo.
Muerto en vida camina,
y muerto en vida ama,
ama a la rosa prohibida
de espinas de oro y plata.
Qué triste cómo la ama
y no lo ama de vuelta,
más triste es su mirada,
porque allí aún la sueña.
—Felicio Flores
- Autor: Felicio Flores (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 13 de julio de 2021 a las 18:11
- Categoría: Amor
- Lecturas: 51
- Usuarios favoritos de este poema: Lualpri, Augusto Fleid, Alberto Diago, Ann🌼
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