Cierras los ojos,
te duermes lentamente,
como la tarde.
Ratos de bruma,
de nieblas y llovizna
con horas muertas.
Quieres soñar,
vivir una aventura
en tu jardín.
Miras afuera.
Detrás de los cristales
está la calle.
Suelo mojado
por gotas de la lluvia
que está cayendo.
No se oyen coches
que alegren el asfalto
tan perezoso.
Un gato pasa
al prado del vecino.
Busca comida.
Debajo, el río,
protesta desbocado
por la crecida.
Y aquí, mis ojos,
un tanto soñolientos,
quieren dormir.
Buscan tus ojos,
tus labios y tus besos.
así, sin más.
Rafael Sánchez Ortega ©
14/01/21
Una especie de sopor se apodera del cuerpo y los ojos parece que se cierran como deseando dormir profundamente. Todos hemos sentido una sensación parecida y nos hemos querido olvidar de la vida y de nosotros mismos, alguna vez. Por eso, en tardes como esta, todo se disculpa y se añora, aunque sea con una cierta nostalgia.
- Autor: Pyck05 ( Offline)
- Publicado: 16 de julio de 2021 a las 08:00
- Categoría: Reflexión
- Lecturas: 43
- Usuarios favoritos de este poema: Paco Jose Gonzalez, Haz Ámbar
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