Que fulgor tan silencioso,
Mucho brillo y poca voz,
Es un retablo escondido
Tras un retablo mayor.
A la derecha…. el sagrario,
¿es verdad que habita dios?
Si habita que a mí me cure
Este insondable dolor,
Cristalitos de nostalgias
Me dañan el corazón,
ya no sé si es por costumbre
o si la causa es amor,
amores de simas negras
en el mar de la pasión.
No me quitaste la vida,
Ni me la he quitado yo,
Pero habito en el vacío,
Con una cuita insondable,
Con estertores de angustia,
¡qué morlaco me embistió!,
Torito de la dehesa,
Torito del alba pura,
De la “pura concepción”,
Que si Dios quiso castigo,
Castigo que pago yo,
que sentir lo que yo siento
es un pecado mayor,
se me está yendo el pecado,
¡que negrura en la marisma!,
¡vendavales que ya duelen!,
Temporales tan intensos,
que de la nada surgieron
y por eso nada son.
Dame tú la mía existencia,
Que si la detestas tú,
hoy la necesito yo.
Paco José González
- Autor: Paco Jose Gonzalez ( Offline)
- Publicado: 18 de julio de 2021 a las 04:02
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 100
- Usuarios favoritos de este poema: gonzaleja, Alberto Diago, Haz Ámbar, alicia perez hernandez, María C., mariapdfoxa, SOY.-, BUSTILLOS
Comentarios5
Gran agrado encontrar tus letras!
Muchas gracias.
Paco tu toro no es un morlaco es un dios porque así lo quiere Paco. Saludos y feliz domingo
Qué bueno, en verdad que me sorprendió.
Un saludo
Haz
Gracias por ti atención. Muchas gracias. Argantonio.
Gracias de corazón, Haz.
Es un placer navegar en tu MAR de bellos versos.
saludos poeta
Muchas gracias, Alicia.
Que ella no la vaya a detestar,
podria ser que algún día
la necesite y tu estés en otro lugar.
Un abrazo
Lo muerto , muerto está. Gracias por tu lectura. Saludos fraternos.
Si, a veces por desgracia lo matan.
Un saludo
El ritmo me parece bien construido y por eso engancha.
Para poder comentar y calificar este poema, debes estar registrad@. Regístrate aquí o si ya estás registrad@, logueate aquí.