Ante el resplandor
alucinante
de tus ojos
me encuentro tan indigno
como cuando no tengo dinero
o se me disloca un pie
y la meta final
caprichosa
se sitúa siempre al horizonte.
Me gustan tus piernas
ligeras
como dos tardes de verano.
Ahora que lo veo tan claro
permite que la vergüenza
asome hasta mi mesa
mujer tibia
borrasca de parpados ajenos
piel embadurnada de misterios
aún allá detrás del mostrador
pero es que el mundo
y sobre todo yo
andamos hechos de sensibles pendejadas.
- Autor: Guillermo Bustamante (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 19 de julio de 2021 a las 21:06
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 44
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