Hay girasoles
en las ventanas
del cementerio
Y no se puede uno morir
en un instante de infamia
¡Dios te salve maria!
Alcanzaron el mañana
y frágiles son.
Hay límites para morir
y el silencio aguarda
el camino se cubre de sombras
No hay paradas
Ni desenfrenos
No hay último deseo
Ni rosarios, ni oraciones.
¡No hay nada o casi nada!
No hay días soleados
ni multicolores son los besos
de despedida.
No habrá un jardin para endulzar
tu mausoleo
Ni miradas de amor urgente.
Ni un café en tu paladar
por el resto del día, que te queda
en esta tierra.
No levitaras a placer
y no sé adónde te llevará el portal
Ni que fronteras cruzaras
¡Tocarás a mi puerta, eso lo sé!
Nos separó la ausencia descabellada
de tu propio abismo.
La palabra se fue a un rincón
de tu alma.
Fueron 30 años sin dormir
¡Un salto al vacío, eso fuiste!
Ya no hablas
Ya no lloras
Ya no sientes
El silencio es perpetúo.
Y el grito de la nostalgia en tus ojos
grabado está en las profundidades
de tu epidérmis.
¡No digas nada, ahora libérate
y aléjate del limbo!.
MBF@VICSOF 22721.721pm
- Autor: Mariela Briceño Fuentes (mbf@vicsof) (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 22 de julio de 2021 a las 20:23
- Categoría: Espiritual
- Lecturas: 61
- Usuarios favoritos de este poema: Lualpri, Jordina👩🔬, .........................., Ninfa de cristal 🧚, María C., Kapirutxo
Comentarios3
En ocasiones no vemos la salida a los problemas pero dentro de nosotros mismos siempre hay mucha más fuerza de la que pensamos.
Un abrazo.
Jordina, a veces duele escribir, la pluma se amotinan. Jeje gracias por tu visita.
Me gustó mucho.
Disfruta y sé feliz.
Intensidad reflejada en cada línea versada.
Un saludo
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