Observa tus pensamientos con distancia, y no los confundas con la realidad, así serás capaz de distinguir lo neurótico de lo útil.
Sé consecuente de cualquier cosa que suceda, lo bueno y lo malo cambiará.
Evita atribuir la culpa de tu infelicidad a los demás. Pensamientos como "mi vida es horrible" o "si fuera rico mis problemas desaparecerían" son falacias para no tomar el mando de nuestra vida.
En lugar de impacientarte, lee o escucha música, mientras esperas el tren o el autobús.
Trata de sonreír a la gente irritada que encuentres. Nunca menosprecies a los demás.
Tómate los contratiempos con sentido del humor.
No alimentes lo que te irrita, ni le des más importancia de la que tiene.
Huye de la idea de que en la ciudad, vivimos amenazados por las personas y las situaciones.
Comentarios1
Me gusta todo de principio a fin,
Si, intentaré leerlo mas veces para que me cree habito de practicar lo que dices. Saludos y gracias
Un saludo Luis.Ro
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