Un simple roce de tu piel,
una imagen de tus labios rojos,
es un escalofrío, es un manojo
de perlas de caviar de miel.
Una mirada sostenida,
es un intercambio de matices,
sin palabras, siendo cómplices,
de esa atracción contenida.
Algo imantado nos trastorna,
el deseo de llegar a algo más,
es como aquella ola fugaz,
que de la orilla se va, y retorna.
La ansiedad aflora sin cesar,
hasta que una lluvia de razones,
la empapa, y a secarse se expone,
evaporando lo que pudo pasar.
José Antonio Artés
- Autor: José Antonio Artés (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 25 de julio de 2021 a las 09:50
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 33
- Usuarios favoritos de este poema: Augusto Fleid, AnnaSerena28
Comentarios2
Bueno, otro día será. Quizás cuando no se piense ni razone tanto.
Me gustó, Pelayo.
Saludos.
Muchas gracias por tu grato comentario.Saludos.
Para poder comentar y calificar este poema, debes estar registrad@. Regístrate aquí o si ya estás registrad@, logueate aquí.