La sociedad de la prisa, corre para no dejarse atrapar por los problemas. Esta prisa es imprescindible para mantener la caldera del sistema en marcha, a pesar de que cada vez da mayores signos de estar a punto de estallar, al tiempo que convertimos el bosque en hollín.
En una dimensión psicológica, corremos por lo mismo de siempre, para escapar del dolor y de otros posibles daños no queridos ni deseados.
Pero ¡ay, el dolor es un corredor de fondo!!. La gran diferencia, es que la tecnología nos ha permitido multiplicar exponencialmente nuestra prisa, para alcanzar velocidades de vértigo; una tecnología que por cierto, solo se ha ocupado de encontrar la manera de acelerar, pero se ha olvidado del mecanismo de frenado.
- Autor: emiliodom ( Offline)
- Publicado: 31 de julio de 2021 a las 04:02
- Categoría: Amistad
- Lecturas: 29
- Usuarios favoritos de este poema: Alberto Escobar, Augusto Fleid
Comentarios1
Se trata de ser almas desalmadas, que desde la primera transacción vendamos el alma a un diablo que se llama dinero —como ya apuntara Quevedo.
Tienes mucha razón Alberto en tu comentario.
Un saludo
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