Han viajado tormenta y calma
bailando al ritmo de gitanos
Y guardan en frascos arena de reliquias
remembranzas de sus travesias, de danzas y delicias
Un vendaval en su cabello y rastros de tierra
en sus manos.
Navegando la madre estrella que
saciaba sus miradas liquidas
Sin lucha alguna de escapar
las garras de tanto movimiento
como tierra movediza
Entre parada y parada aprendieron
controlar el pensamiento
Adquirieron el secreto, de un frecuente nacimiento
aunque el Sol riera a la vista de sus rostros
y las huellas de sus pasos
fueran estropeados.
Cuando al alumbrar el cielo, vivian el presente
y cuando las aguilas soblando las nubes,
vivian entonces el pasado
Andaron mundo tras mundo
aun, el hogar nunca fue abandonado
Era cargado de brazo en brazo, sorteado
A bien y merced de la Luna.
Ergo, marchar tantos caminos de piedra
era ya en si una fortuna
Y enjuagar su agotamiento, a la luz de la cuna
Que mejor manera de irse
volviendose arena, nieve o espuma
Descrifraron el arcano de la vida
que deslizandose a traves de la Tierra
y es secreto de nomadas--nunca seran olvidados...
Canales de luz en el abismo desnudeces humedecen...
Cae la sangre, y también un grito relampagueante
cubriendo de nubes el aire celeste...
El espectro del caminante presenta sus alas para prepararse
a saltar alto, sobrevolando las águilas,
hacia las distancias celestiales...
Canales de luz ciega, puertas cruzadas cual tensas cadenas...
Fondo donde formas de fuego intangible deleitándose del agua vibrante
se aman mágicamente, y así tal vez
hacen reverdecer aquel inmenso desierto...
Y cae la nieve, tapa el hielo a la arena,
el invierno expande gris pena...
Viene niebla, es canalizada mediante el baile
cuando comienza la Luna a oscurecerse...
Un silencio enorme, contundente, entonces golpea la tierra,
mientras el Sol se ríe, solo en su escondite...
Todos somos nómadas en este espacio infinito,
en un mundo virtual de palabras y versos,
que van forjando poemas que quedan en algún sitio,
viajando a cada uno de nuestros universos.
JOMAB.
Transcurren tras los postigos
los errantes segundos, pero primero
vuelven a cerrar el mundo adentro
para rehacerlo partiendo de cero...
Estos supuestos enemigos vuestros y míos
se asemejan bastante a los monstruos,
y en el fondo recóndito de sus ojos fríos
protegen el fuego que nos da calor...
Guardianes del amor de rostros vaporosos
husmean entre nosotros por algo de alimento...
El dolor marchito que tenemos con vigor
lo chupan durante noches de insomnio...
El reloj roto ha congelado el tiempo...
Valoro tal momento como lo más valioso,
tesoro que se nos oculta bajo un reflejo
de Luna, luz en el agua a la fuga...
Cielo, o un infierno bueno, donde el genio
haya la verdadera beyeza, en la locura
que no cura ungüento ni medicina alguna...
Yegará ese día cuando todo se autodestruya,
y ahí descubriremos que nada termina nunca,
solo fluye en pensamientos inalterables
yevando la cambiante energía a otra parte,
o quizá haciendo girar el ciclo de la vida
hacia su avance, un distinto paradigma...
Probablemente todavía casi nadie lo sabe...
Caminante electrizando su camino,
su senda o destino sin cesar,
ocultan bajo las sombras perdidas,
de algún ego clandestino el alba en soles abiertos,
de risas y de llanto,
como la luna cobija el mundo,
también cobija el sol a sus nómadas,
caminante sin ostracismos,
y sin más voluntad que la lluvia bajo las mangas cansadas,
y de lluvia bajo el imperio del sol,
caminan bajo aquel umbral del cielo infinito,
y son nómadas perdidos e ilustres del camino,
poetas, tal vez, para la vida,
porque caminar no es aburrido,
y no tan prohibido,
como poder discernir y caminar en el alba,
un nuevo destino hasta llegar a la noche fría,
y saber que el camino nace,
como muere otra noche...
Zoraya (EMYZAG)
Nómadas pensamientos corren cielos como sombras y silencio... Parece yanto el eco de los vientos pasando sin peso entre los árboles... Duerme el amor huyendo del miedo a vagar despierto directo a un agujero bajo suelo... Los caminantes perpétuos, aqueyos fornidos viajeros, portadores de amuletos contenedores de eternos fuegos... Aclamados ladrones, meritorios delincuentes que frecuentemente esquivan la ley de la muerte, vidas perennes, seres diferentes de todo lo corriente, provenientes del oriente, nómadas pensamientos corriendo los cielos como las sombras y este colosal silencio, poblado de versos...
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