Lo que aprendemos en la madurez, no son cosas sencillas, como adquirir habilidades e información.
Aprendemos, a no incurrir en conductas autodestructivas, a no dilapidar energía por causa de la ansiedad.
Descubrimos como dominar las tensiones, y que el resentimiento y la autocompasión se encuentran entre las drogas más tóxicas.
Comprendemos, que el mundo adora el talento, pero recompensa el carácter.
Entendemos que la mayoría de la gente, no está ni a favor ni en contra nuestro, sino que está absorta de si misma.
Se aprende, que que por grande que sea nuestro empeño en agradar a los demás, siempre habrán personas que no nos quieran.
Esto es una dura lección al principio, pero al final, resulta muy tranquilizadora.
Comentarios1
Entiendo que la madurez se alcanza cuando cerramos el círculo de nuestra esencia, cuando alcanzamos nuestra definición y puesta en escena, y por tanto dejamos las disputas existenciales a un lado.
Tienes mucha razón en tu comentario el cual comparto.
Un saludo
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