No te hagas pendejo...¡son veinte varos!

   Increíble placer,
de remolino
sensual música,
candente ritmo

¡Kinéticas sensaciones que enajenan!
un vaivén sensual,
ideas y venidas
de dos almas huracanes,
en grecados círculos
con sus cuerpos hermosos,
(movidos a timón de suculenta danza)
etérean su bellos músculos parcialmente desnudos
¡A movimiento pleno!

Contagian su fiebre, al respetable
al penoso viento
en sus brazos magnéticos,
se deslizan los deseos de los mirones
sus vestidos alborotados
son apoteosis de brazos y ritual de piernas
con elegancia sueltan sus dedos entrelazados

¡Mutuos toques, onanismo salvaje con el otro!...como caricias, rendidas
temblorines Gnomos, (¡OOUG! : es...pas...mos...)
miradas de pasión, hasta vaciarse...fru-fru, en sus pupilas
párpados semicerrados, sutil vibrador, (¡AAAhg!: placer aletargado)

El ritual está consumado...

¡Un Lujo el silencio!
¡Rendición de aplausos!
¡Escurren sudores orgullosos!
¡Resbala la sonrisa vanidosa!

-Admiración ingente de la gente-

Avanzo, firmemente y escucho una voz melosa
¿Adónde vas?, ¡No me dejes!

Soberbio, detengo mi paso triunfante y satisfecho
¡Ella!...me escupe un improperio y golpea mi pecho!

Me dice enardecida

¡NO TE HAGAS PENDEJO... SON VEINTE VAROS!

Bromeando, rodeo su cintura, la atraigo...le beso en la mejilla
-Llevándola a mi mesa-, le contesto:

¡Lo sé!...toma 50, yo pago los...tragos!