En las mañanas me despierto, me miro al espejo y me digo:
Tu insípida rutina de evitar tus sensaciones placenteras por creer desmerecerlas te está matando, y estas dejando a la soledad como tu inevitable final.
No desperdicies el poder de la bondad de aquel que no puede ni consigo mismo, porque te vas a arrepentir cuando tu condena te agobie y no tengas a quien recurrir.
Se trata de que la soledad no sea dolorosa y de que la compañía no sea un mal hábito, no de estar en aquel circuito interminable de arruinar todo lo exterior por no poder cargar con lo de adentro.
El camino más difícil es el personal responsable, pero es el que hace que convivir en sociedad no sea tan infumable.
Quizá mí camino está como Elizabeth Bennet cuando dice:
"A muy poca gente quiero de verdad, y de muy pocos tengo buen concepto. Cuanto más conozco al mundo, más me desagrada, y el tiempo me confirma mi creencia en la inconsistencia del carácter humano y en lo poco que se puede fiar de las apariencias de bondad o inteligencia"
¿Es que habrá algún momento en el que tenga fe en la humanidad?
¿Algún día alguien viajará durante días, cruzará ciudades, agotará sus fuerzas para decirme que me ama?
Aunque esos ojos negros me estén hechizando, ¿sera esa mirada la que se quede conmigo?
Aún así... "solo el amor más profundo me hará contraer matrimonio, es por eso que me quedaré soltera"
- Autor: Leonela1 ( Offline)
- Publicado: 5 de agosto de 2021 a las 22:51
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 19
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