Estrecha placita de mis recuerdos...
suelo empedrado, su fuente en medio,
fuente que llora y duerme a un tiempo.
Sus paredes de cal,
sus ventanas de ese hierro viejo
que huele a tierra mojada,
a musgo, a helechos...
y a besos de novios
entre suspiros de fuego.
¡Mi Valldemosa ¡...ciudad
dormida en el valle...
Palacio del Rey Don Sancho...
Rigores del tramontana...
Cartuja de mil encantos.
Monjes que rezan y cantan
bajo un cielo acristalado...
y a sus pies...huerto de vida.
Aceite, pan y aceitunas
para que el necesitado que
pase por esta tierra...
descanse entre sus hermanos.
Cae la tarde en Valldemosa...
La campana de la torre
llama al rezo del rosario...
La tarde se vuelve gris...
de verdes se tiñe el árbol.
Comentarios2
Precioso homenaje a una preciosa tierra.
Abrazos
Gracia Texi, Dices verdad. Es lugar hermoso; el poema es un pequeño piropo a esa tierra tan bella.
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