Estás ausente,
pequeña mariposa,
con tu ternura.
Noto esa falta,
y el beso y las caricias
de tu figura.
El largo invierno
me impide saludarte
día tras día.
Dentro de poco
vendrá la primavera
y tú con ella.
Vendrán las flores
también a los jardines
y los jilgueros.
Vendrán los niños,
aquellos, de una infancia,
hoy legendaria.
Lloran los ojos.
Me enjuagaré una lágrima
de mis pupilas.
Lloro y te añoro,
mi dulce mariposa,
¡no sabes cuánto!
Y mientras llegas
acercaré mis sueños
hasta tus alas.
Rafael Sánchez Ortega ©
11/02/21
- Autor: Pyck05 ( Offline)
- Publicado: 15 de agosto de 2021 a las 09:18
- Categoría: Reflexión
- Lecturas: 49
- Usuarios favoritos de este poema: Texi, Mariela Briceño Fuentes🦄
Comentarios1
Excelente reflexión, difícil de olvidar. Gracias por eso, saludos.
Gracias Mariela.
Saludos.
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