Envolvidos por la resaca de las olas
Las líneas del allá calcan
arrugas palidecidas
del frasco del virus maldito
en tu cuerpo alquilado por siglos.
Sólo aires milagrosos
del viento solitario con cicatrices
o el hechizo de hierbas invisibles
podrán devolver la creación matinal
a tu lago engrasado.
El argumento del resfrío
es un túnel acuoso
que se apodera de tu cuerpo.
El mismo espasmo
la misma telaraña
La invisible vela del mal
no espera
no alienta
no saluda
solo hace el gesto de malagracia
aunque diga “tranquilo, no pasa nada”.
La sombra vomita el dolor
de tus brazos fracturados
atrás, en medio de una batalla finalizada,
a punto de parir,
de no ser la sombra de alegría
sino lágrimas aisladas;
no te deja más que una sonrisa ajena
sin colores.
La dura oscuridad
se palpa en la guitarra carcomida.
La mirada de la muerte
crece y al instante el tifus te hipnotiza
con la memoria de las fallas psicóticas;
y una vez prisionero
a carcajadas afiladas
Y otras caídas sin suerte.
Oh! dulce espera
y tinieblas a la nada.
Pero
Un mensaje redentor
ilumina tu cirugía;
un espasmo milimétrico
espera matar las aguas contaminadas;
Y devolver el color de sanidad a tu flor negra.
El dolor no reconoce si es el grito psicológico,
deambula sin alma a la distancia más elástica
Y parece una espina callada a los rezos
que crucifican tu felicidad.
Por: José L. Condori C.
- Autor: jose l condori c ( Offline)
- Publicado: 16 de agosto de 2021 a las 10:33
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 32
- Usuarios favoritos de este poema: Ben-.
Comentarios2
Un gran poema. Me gustan los textos líricos y dislocados, terriblemente surrealistas. Como el tuyo. Un saludo
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