Te fuiste evaporada como un vaho bucólico
descendiendo por los siglos acantilados
llamando a las pieles abrigos, a los huesos ensayos.
Votando de las cejas a las rodillas.
De los erguidos a los agazapados.
De los altivos impostores.
De los contraídos en sus oprobios mayores.
Te has manifestado en esquemas religiosos:
Como la pulpa curandera de un retrato de por vida
que no sana a cualquiera.
Te has conjuminado al ostracismo
de un horáculo de pacotilla
Llamando a los cuerpos rehabilitados
de recorrer tantas millas
Un universo opaco, viene a tu encuentro.
Una muerte segura, casi lo mismo.
Con la que cuentan sus gotas los sabios.
En sus orillas ignotas o quizás eruditas.
Con las que se secan las lágrimas los astros.
Y el celador de la noche las clasifica.
Te manifiestas con tu proceder cotidiano:
Muerte de la vida.
Ese es tu comienzo que no termina:
Tu madera de carne y astilla
Tu clavo de cuerpo resurrecto
Esa es la tempestad de tu melancolía:
Tu adrenalina de impuesto.
- Autor: Jordina (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 17 de agosto de 2021 a las 08:20
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 90
- Usuarios favoritos de este poema: Anton C. Faya, 🖤🍃Meigajaz ☯💞, Lualpri, Ben-., Kapirutxo, Mariela Briceño Fuentes🦄, Mael Lorens, alicia perez hernandez, AnnaSerena28, bonifacio, Classman, David Arthur, DFV, El Bardo Muerto
Para poder comentar y calificar este poema, debes estar registrad@. Regístrate aquí o si ya estás registrad@, logueate aquí.