A la cola mortecina de dolores deshauciados
Sola en plaza, en su seno recogida
Ya andó peregrina tras el último milagro.
Ya mudada, de una piel albina
Cuyos colores del dolor se han demacrado.
Y resuena la voz intrínseca
El golpe del tamor albino la ha engendrado.
Un dolor de tronco robusto
Que ya no es transeúnte en cuerpo y disgusto
Que ya no es catarata , efluvio de pestaña
Ni solsticio acústico de frívola calaña.
Escarba las ranuras fieles del suelo hijastro
Afila las visitas en huelga del mártir que arrastro
Socava la primicia del dolor que ya no calzo.
Despellejo el hierro de su cochambre
Su metamorfosis en el laboratorio de celambre.
Su dramaturgia barata, hilvana los cuerpos.
Dolor desheredado de todo cuanto siento.
Escarba los capitolios de mis décadas
Romance de la harpía consternada
en su suicidio multiesplendor.
Dolor finiquitado que sigue teniendo hambre.
Y por ello, no acepta su retirada.
- Autor: Jordina (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 19 de agosto de 2021 a las 12:12
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 104
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