Despertó en mí el instinto de la duda,
el deseo del que no gozan los muertos.
Yo que atiendo, como por defecto,
El llamado del pecado que saluda.
Bien hablamos, coordinamos: disimula.
Nadie ha de enterarse del encuentro
de dos cuerpos que, en pleno campo abierto,
osaban confundirse entre la bruma.
No llegó Afrodita, sino Eros,
entre aplausos de lujuria encarnecida,
a bendecir aquella noche urgida
de ansias, humedad, y dulce exceso.
Delincuentes apresados por un beso,
pecadores asquerosos de la biblia,
envidia del solitario que en vigilia
anhela, desde lejos, estar entre ellos.
Mal ejemplo para los niños de la villa,
valientes seres, dignos de estatuilla,
amantes de la pasión y del misterio
condenados a arder en el infierno
por saltar, mientras pueden, las rodillas.
- Autor: Melany Devia Montoya (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 24 de agosto de 2021 a las 14:39
- Categoría: Erótico
- Lecturas: 118
- Usuarios favoritos de este poema: 🔥Ls. Angel, Mario Cid, alicia perez hernandez
Comentarios3
Hay mucho talento en tus letras. Recién descubrí tu poesía y solo quisiera felicitarte.
🙂
Gracias por esas palabras Mario, me alegra que te haya gustado mi poesía.
Eres bienvenido cuando quieras ☺️
Saludos!!
Muy buenos versos, desenfadados y sutilmente volcánicos..., estimada Poeta.
Así es, completamente desenfadados. Me divertí mucho mientras los escribía, y es un placer para mí que hayan sido de tu agrado.
Un abrazo!
Super, muy bueno,un abrazo,poeta.
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