¡Regalando miradas y con sus tiernos encantos!
Así llegó a mí, inundado de algarabía y nobleza.
Solicitando regalos, pagaderos en fe y sonrisas.
Vino este Perseo en un lindo día de primavera,
provisto de decisión, bienestar y voluntad llegó.
Zafarse pudo las Ninfas, para llegar a mi vera.
Estaba acostumbrado a las luchas con titanes.
Hizo honor a su linaje reverenciado la entrega
y la misión que le encomendaron otros Dioses.
¡El reconoció su destino aunque no lo sabía!
****
Lo vi misterioso, tímido, obsequioso e ingenuo.
Vino a sembrarme alegría y llevarse como
premio, muchas de mis dudas y añejas tristezas.
Con su cargamento celeste fue alivianando
mis penas y llenando mi corazón de alegría.
¡Eso, no lo sabía, pero, sería conmigo su misión!
***
Desde ese día, todos los días yo lo esperé…
Para que, animara mis tardías sonrisas y me
dejara en garantía, sus bendiciones y sus ternuras.
Justo, cómo se dejan los presentes divinos que te
remozan la vida y te animan las esperanzas.
¡Venía guiado por su magia y mi destino,
pero, todo ese misterio ni yo misma lo conocía!
***
A cada solicitud, mi alegría se fue expandiendo,
salieron de su timidez todos los consejos sabios.
Esos que nos impiden soñar con las cosas sencillas.
Esas que otorgan felicidad y placidez a las adustas
existencias que mueren, como se moría la mía.
¡A llenarme de risas venía y ni el mismo lo sabía!
****
¡Cuando te llegue un regalo apersonado del cielo,
abre la puerta y atesóralo que, puede ser tu consuelo!
- Autor: Rainajim (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 2 de septiembre de 2021 a las 08:31
- Comentario del autor sobre el poema: No tengo dudas qué cuando el Ser necesita ayuda, consuelo e iluminación, siempre hay una luz que señala el camino de la ascensión. Nuestras almas tienen una línea directa con la inmensidad de lo desconocido y presentido. Hay una energía que nos mantiene en pie y cuando pensamos en lo qué nos mueve, siempre dirigimos las miradas al infinito. La inmensidad de ese cielo, que vive dentro de nuestro ser, nos llama y nos induce a poner nuestras esperanzas en la grandeza de lo desconocido. Somos hijos de Dioses, somos dioses, pero no lo aceptamos. Nada de lo que nos ocurre es "casualidad". Todo tiene una causa y un efecto. Nosotros somos el resultado de ese proceso. Creamos en ello, tengamos fe.
- Categoría: Espiritual
- Lecturas: 33
- Usuarios favoritos de este poema: Mariela Briceño Fuentes🦄, Ann🌼
Comentarios1
Buenos días a todos...
Un saludo de felicitaciones a los cumpleañeros de hoy.
Bendiciones.
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