Vivo dolorido por mis profundas heridas,
siento el deseo de volver a la claridad,
busco luz en el lucero en noches bienvenidas,
maltrecho, y cicatrizado por la justa edad.
No adivino ni donde, ni con quién estarás,
si de aquel cóctel romántico, quedará poso,
si a pesar de todo, todavía me amarás,
si quedará una gota de estímulo amoroso.
Pero fui yo solo quien otros rumbos tomó,
cegado por la locura, y la falsa aventura,
y poseída mi mente, el miedo me invadió,
huyendo de ti, a través de montes, y llanuras.
En las noches, escoltado por la soledad,
y el eco del amor que mi cuerpo doblegaba,
compungido y atormentado por la ansiedad;
mi pecho como un reloj de pared, palpitaba.
Mis tirantes manos agarradas a mi pecho,
como queriendo sanar mi triste corazón,
castigado por los miedos de siempre al acecho,
por ese amor que malgasté, y que nunca murió.
A otros amores mundanos mi cuerpo presté,
encarcelado en la melancolía y orgullo,
busqué todos los placeres que necesité,
aunque siempre , todos mis latidos fueron tuyos.
José Antonio Artés
- Autor: José Antonio Artés (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 3 de septiembre de 2021 a las 07:12
- Categoría: Amor
- Lecturas: 20
- Usuarios favoritos de este poema: AZULNOCHE
Comentarios2
Un dialogo intimista que ha quedado desnudo al plasmarlo en palabras!
Un saludo afectuoso
La vida es un conjunto de decisiones, en plena juventud hay una explosión de emociones, que no siempre te ayuda a tomar las mejor decisión. Un saludo afectuoso.
Para poder comentar y calificar este poema, debes estar registrad@. Regístrate aquí o si ya estás registrad@, logueate aquí.