El tren a Paris.
Janelle, en esa fría mañana, esperaba el tren a París. La niebla apenas dejaba ver la luz, el tren se acercaba con lentitud, como su propia vida.
Ella había decidido cambiar el destino de su existencia, abandonando Draguignan, el pequeño pueblo de la Provence, con sus afectos gastados, padres, esposo, amistades y hasta ese trabajo de maestra inicial, en la escuela.
A los treinta y cinco años, su experiencia había chocado contra la monótona rutina. Sus padres ancianos y hasta ese esposo laborioso del viñedo, ausente del afecto que ella demandaba.
Las amistades, le parecieron insoportablemente simples, con sus mezquindades pueblerinas.
El trabajo, como esas obras de teatro, que aburren al tramoyista, día a día los mismos niños, aunque sus caras cambiaran, cada año.
Niños…, no pudo tenerlos y su esposo le recordaba casi a diario, que su esfuerzo..., su viñedo no tendría quién lo atendiera, cuando él fuese viejo.
Janelle, no soportaba más esa agobiante situación, por la mañana hizo la valija, tomó algo de dinero, sus documentos, se puso una gabardina gris y tomó el paraguas pues llovía.
Caminó las diez cuadras hasta la estación de trenes, pidió un boleto a París y salió al andén.
El tren, llegaba con estrépito de metales, el bullicio de los pasajeros, aparece al abrirse las puertas en medio del vaho cálido del interior, mezclado con el diesel de la máquina. Janelle, toma la valija cierra el paraguas, en el otro extremo el guarda suena el silbato y las puertas comienzan a cerrarse.
Muy despacio, el tren se mueve, la locomotora acelera su rugido y el tren es tragado por la densa niebla.
En el andén solo queda Janelle, abriendo nuevamente el paraguas, mientras mira como la última luz del tren desaparece.
- Autor: Esteban Couceyro (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 5 de septiembre de 2021 a las 10:07
- Categoría: Surrealista
- Lecturas: 33
- Usuarios favoritos de este poema: 🖤🍃Meigajaz ☯💞, Texi, Mariela Briceño Fuentes🦄
Comentarios1
Me encantan tus historias mi querido amigo...
Es una realidad...
Cuantas veces queremos escapar de la vida que llevamos pero por las mismas inseguridades perdemos el tren a París...
Gracias por el regalo Dominical... Feliz día..
Abrazos infinitos...
Jaz
PD. Soy tu fan 😉
Bueno..., de fan, tienes el número uno... (mi talonario, solo tiene un número)...
Las historias, generalmente, las construyo de experiencias a las que accedo, algunas veces por obra de la casualidad, otras por historias posibles, dentro de mi imaginación...
Cuando leas algún relato mío, piensa de qué forma, algo del mismo transitó en mi camino.
Puntualmente, en este, la protagonista Janelle, tiene algo de mi y mi propia historia.
A los veinte, hacía esculturas y una de ellas, sin yo saberlo, fué expuesta en un concurso del museo de arte de mi ciudad (la había presentado mi madre). A los pocos días, me llega una carta de la embajada de Francia, donde me brindaban una beca, para estudiar en Paris, perfeccionando mis habilidades de escultor, en la Academia de Bellas Artes...
Bueno, no fui, como Janelle, dejé que la luz del tren a París, desapareciera entre la niebla.
Ves como es la vida, nada hay de nuevo en ella..., todos repetimos ese déjà vu eterno del vivir y renunciar, para adoptar otros caminos.
Un abrazo de infinitas letras...
Esteban
Si realmente así es.. Tristemente... En ocasiones dejamos pasar oportunidades que no vuelven más pero por otro lado pienso ( es mi teoría) que todo tiene una razón de ser, incluso cuando nos equivocamos o erramos es por un bien Mayor...
Aún haces esculturas? Me hubiese gustado tener la habilidad porque siempre he creído que es magia transformar el barro en arte ( no tengo la mínima habilidad para ello) ...
Abrazos infinitos mi querido amigo...
Si, no me arrepiento de mis opciones, todo tiene su razón de ser.
Hace tiempo, que no hago escultura y lamentablemente tengo pocas fotos de mi obra, algunas (dos), están en las imágenes de mi perfil, juno a las pinturas (oleo, acuarela, arte digital).
El modelado o la talla, tiene un encanto, de dificil explicación, quizá imbricado en el placer del tacto y las formas...
Un abrazo, entre pinceles y gubias...
Esteban
Para poder comentar y calificar este poema, debes estar registrad@. Regístrate aquí o si ya estás registrad@, logueate aquí.