Estás cansada
y vuelas lentamente,
mi mariposa.
Un largo viaje
acusas en tus alas
tan primorosas.
Pero, si quieres,
relátame tu vuelo
y lo que viste.
De aquella iglesia,
de un pueblo, abandonada,
y el campanario.
De la casona,
la plaza y la fontana
hoy olvidadas.
De aquel reloj
de sol, que da las horas,
desde el silencio.
Luego sonríe
y duerme entre mis dedos
y así descansa.
Tendrás la brisa
que llega y te refresca
con dulces besos.
Y, mientras tanto,
yo velaré tu sueño,
sin darte cuenta.
Rafael Sánchez Ortega ©
25/03/21
- Autor: Pyck05 ( Offline)
- Publicado: 6 de septiembre de 2021 a las 07:36
- Categoría: Reflexión
- Lecturas: 38
- Usuarios favoritos de este poema: Mariela Briceño Fuentes🦄
Comentarios1
Que hermosura de poema, conquista mi corazón. Un fuerte abrazo poeta 😙☺😚
Gracias por tus palabras Mariela.
Un abrazo.
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