Ven,
ponme
de nervios.
Desmiente que eres
asalariado de la zona oscura,
que escuchen
las ovejas del acantilado.
Estoy por dispersarme,
en la noche caos,
al amanecer perdida,
cada mediodía orden
contrariado de desorden,
y a la inversa,
ecuaciones simples,
acabadas como
feto a término
que parte sin
ver luz
pie sin tierra cojea,
mano sobre mesa cae,
llama a esto depresión
instantánea, cuando es
geografía de barco
que surca océano.
El trepador sin suela
ofrece
lengua recubierta,
casi cumple cuota,
en el mástil alpargatas.
Sacrificio inútil,
imita racimo de uva,
y el viñedo ebrio
aclama pepitas de ají,
polen en frasco
-repetirá hasta que parezca cierto,
qué cansancio-
Humano reptilíneo
busca estrella
en papel rosado
de retrete,
ambientador de jazmín
cuarto insonorizado,
purificador de agua
aclara idea de denuncia,
¿algo queda del martirologio
que no ha explotado?
el cromosoma indica
'habitante', no cartel,
no jerarca, no influir
sobre Hombre.
Tiembla,
la palabra en desuso
mastica visiones,
lengüetea polvo,
mientras desliza la tempestad
trituro cristal de ojo,
pero entra y golpea,
niega tres veces,
fragmenta.
Es hora del Apocalipsis,
si sucumbes,
fue un placer huir,
no parecerme.
Si te salvas,
sube al tiovivo y gira,
gira
con los muertos.
- Autor: Margarita García Alonso ( Offline)
- Publicado: 7 de septiembre de 2021 a las 16:09
- Categoría: Espiritual
- Lecturas: 35
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