Extraño

Extraño las puestas de sol. Amanecer en el amanecer con el aire a galope entrando en esta contracorriente... Extraño caminar sobre calles desconocidas y preguntarle a desconocidos por donde me he metido para salir de donde salí huyendo, eso último no se los digo. Extraño los parques, he aprendido más en los parques que en las escuelas a las que he asistido. Extraño muchas cosas, como por ejemplo aquel lugar al que voy y nadie sabe. Sentir que soy mía sin ser de nadie. Extraño volar, ver niños corriendo en todas partes. Extraño lo que se extraña cuando falta algo aquí en el corazón, que no entiende que se extraña. Mi enredijo paliativo, esa destreza que me causa hacia los demás desentenderme...Extraño seguir perdiendo las cosas, esa desorbita que me coloca en una encrucijada y me hace sentirme loca. Extraño la luna y las estrellas, se habla mejor con Dios ahí que de rodillas encerrada. Ahí no sólo se habla, también se siente... Y en resumidas cuentas, dando vueltas, dando vueltas y, alargando y cayendo en el tedio de lo extenso, vuelvo a la rubrica repetitiva de volver siempre a lo mismo... Extraño lo que se extraña cuando falta algo aquí en el corazón, que no entiende que se extraña.