No hubo autoridad,
divinas creencias
o somnolientos pájaros,
torres en ruinas.
No haya autoridad.
Ruede la cabeza paterna
sobre mis muslos incandescentes,
y en la saliva, y en los músculos,
descienda suavemente
la capa de nieve de un eco sin voluntad.
Mis muslos, cerca del glande inoperante,
su cabeza, estación clausurada por imponentes
grasas. Y lo que ruede, sea un conjunto
de coníferas y llanto, de serpientes
que amenazan con su veneno letal.
Y el mundo se llene de una vegetal luz.
Hasta la definitiva creencia-.
©
- Autor: Ben-. ( Offline)
- Publicado: 14 de septiembre de 2021 a las 00:09
- Comentario del autor sobre el poema: Sobre la búsqueda de una autoridad que consuele lo mismo que mitigue el impacto de las creencias nocivas.
- Categoría: Reflexión
- Lecturas: 37
- Usuarios favoritos de este poema: Jorge Horacio Richino, 🖤🍃Meigajaz ☯💞
Comentarios2
La creencia puede ser fatal y a la inversa. Depende como se geste y se gestione.
Gracias esas palabras que se sienten.
Gracias por tus palabras, un saludo-.
Que fuerza trasmites estimado amigo...
Un placer leerte...
Abrazos infinitos...
Jaz
Gracias Jaz, saludos!!
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