Ya no voy a quejarme

YA NO VOY A QUEJARME

No me vuelvas la espalda,
por favor, no lo hagas,
que he venido de lejos
a buscar en tus ojos
el misterio que fluye
de tu dulce mirada,
hecha sol en tu cutis:
tan precioso, tan suave.

No me vuelvas la espalda,
he subido un calvario;
me he llenado de espinas,
tengo un ojo morado;
y tan solo con verte
se me acaba el cansancio,
el dolor de mi cuerpo,
la tristeza de mi alma.

No te rías , bonita, 
¡Qué preciosa es tu moña!
Esos bucles dorados,
ese cuello impecable
y esa pose que muestra
tu interés y tu entrega 
en las cosas que dices
y en las cosas que haces.

Donde quiera que mire
solo veo belleza;
te decía hace rato
“no me vuelvas la espalda”,
no lo tomes en cuenta,
no le des importancia,
tú eres linda, eso es todo: 
Ya no voy a quejarme.