Ahora, que soy padre,
entiendo cómo se obtiene
el éxito en la vida.
El éxito,
se comienza a forjar,
desde antes del nacimiento.
La pareja que da vida,
a un nuevo ser,
debe de estar unida
por lazos firmes y por amor.
El nuevo ser, debe de sentir
desde el inicio de su vida,
el amor entre sus padres.
Desde el nacimiento de un nuevo ser,
ambos padres deben de invertir:
amor,
esfuerzo,
recursos,
y tiempo
en la formación de su hija-o.
Todos los padres
que amen a sus hijas-os,
desean el éxito para ellas-os;
la competencia triunfante
por el éxito de un nuevo ser,
se deriva del esfuerzo
que los padres y los educadores
invierten en este nuevo ser.
La formación y la educación,
que cada infante recibe,
debe de encausarlo hacia el éxito.
Cómo el jardinero a una planta trepadora,
los padres y los educadores,
deben de encauzar el crecimiento
y el desarrollo de un nuevo ser.
Hay veces que los padres intentamos
que nuestras-os hijas-os sean exitosos
en cierta disciplina o actividad;
pero, debe de haber
una buena comunicación
con las-os hijas-os para entender sus:
capacidades,
intereses,
y potencial.
Ahora entiendo que,
el éxito de un nuevo ser
se deriva del mejor aprovechamiento de:
el afecto,
el tiempo,
la energía,
la oferta educativa,
y los recursos
que existan en la familia y en el entorno.
Los padres debemos de atesorar
y proteger la paz mental y
emocional de un nuevo ser.
Casi cada nuevo ser,
nace con el potencial de ser exitoso
su físico o cuerpo,
su mente,
y sus emociones
son cómo un libro en blanco.
Y es el deber de los padres
escribir el mejor destino posible
para sus hijas-os.
El agua que toman;
El alimento que comen;
La educación que reciben;
Las experiencias que viven;
Las personas con las que conviven;
Las sensaciones que los estimulan…
todo determina la vida futura
de un infante.
Es el deber de los padres
encausar el éxito en
sus hijas-os.
Ya que este nuevo ser
está encausado, y formado;
hay una muy alta probabilidad
de que consiga obtener
el éxito en la vida.
Los padres son cómo:
La base debajo del agua
de un iceberg;
Las raízes de un árbol;
Los cimientos de
una construcción.
Las decisiones de
los padres y los educadores
determinan el futuro
de un nuevo ser o niño.
Estoy agradecido con la vida
por haber podido participar
en la vida de un infante:
La primera vez fue
con mis hermanos pequeños;
Y ahora con mi hija Emma.
Estoy convencido de que:
la infancia bien encausada,
es lo más hermoso en ésta vida.
El sentimiento de gratificación
al vivenciar los éxitos
y vivenciar el proceso hacia el éxito
del infante que estas guiando
es lo más hermoso que he vivido.
- Autor: Orelac - el Arquitecto Verde (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 17 de septiembre de 2021 a las 05:06
- Categoría: Familia
- Lecturas: 33
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