Me miras.
¿Por qué me miras de esa manera tan atrevida pero tierna a la vez?
Ten cuidado con el siguiente paso que des.
Porque soy fuego.
Y no del que te estás imaginando.
Soy fuego del incontrolable, arrasador y del que quema lentamente.
Convirtiendo lo lindo en un maravilloso infierno.
¿Seguirás viéndome de esa manera?
Me tocas.
¿Por qué me tocas de esa manera tan tuya pero tan mía a la vez?
Ten cuidado con el siguiente paso que des.
Porque soy luz.
Y no de la que te estás imaginado.
Soy inextinguible, directa y cegadora.
No visto de blanco, no busques a un ángel de la inocencia.
¿Seguirás tocándome de esa manera?
Y lo haces.
Me besas.
¿Por qué me besas de esa manera donde nos condenas a ambos?
Cuidado con el siguiente paso que demos.
Porque somos estrellas.
Y no de las que te estás imaginando.
Somos de las que van cayendo, ardiendo, emitiendo luz y calor al mismo tiempo.
¿Seguirás besándome de esa manera?
¡Basta!
Tengo que irme antes de que lo digas.
Traté de advertirte.
¿O fueron para mí las advertencias?
Por favor no lo digas.
Por favor no lo digas.
-"Te amo"-
Ya es tarde.
- Autor: Graciela Rivas ( Offline)
- Publicado: 20 de septiembre de 2021 a las 13:39
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 34
- Usuarios favoritos de este poema: TITANIO 333, alicia perez hernandez
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