Agradecer tu presencia en mi vida, el paso de tu camino en mi camino, agradecer el aprendizaje de tu partida en mi vida, agradezco la luz que iluminó mi oscuridad cuando una vela significó tu paso amoroso en mi existir.
La amistad disfrazada de tormenta y ocultada debajo de la hojarasca entre nosotros, ese nosotros que nunca existió.
Gracias por el pulmón colapsado que me impulso a morirme para volver a nacer entre cristales ahumados como la noche eterna.
Gracias por el abanico de historias tuyas que me daban aire cuando la asfixia cerraba mi glotis y el silencio...
Gracias por tu paciencia disfrazada de impaciencia que limpiaba las flemas expulsadas a coro por mi garganta.
Gracias por el coraje que entre tanta letra me mostraba tu sencillo coraje de quererme.
Gracias por enseñarme a orar pero también por mostrarme que había quien me escuchase cuando yo oraba. y también cuando lloraba.
Gracias por el perdón multiplicado por siete y setenta veces repetido.
Agradecido dice el ciego de tener la luz que puede compartir con el ser amado que a su lado puede ver.
- Autor: Pablo Lorenzo (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 20 de septiembre de 2021 a las 18:34
- Categoría: Amor
- Lecturas: 23
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