Esta luz
surge de mi alma
en horas fúnebres.
Entonces me encontrarás jugando,
pasando el tiempo como sea
que pueda hacerlo volar
y olvidarme
de que hoy es lunes
otro día más
que se sale del calendario
previo al desastre de mi ánimo
y de mi actitud
a estas alturas
consagradas al espanto
que me produce verte
por ahí rondando todavía
siempre tan triste e insatisfecho
antes de dejarte caer
de vuelta al nido,
donde guardas una reserva de ilusión
para tus hijos
perdidos por el mundo
sin pan que echarse a la boca...
¿Cómo dejas que anden así
cuando tú sufriste lo mismo?
Veo mi sangre escaparse
para nutrirlos
del don esencial
que solo los astros pudieron concedernos.
Entre mis dedos se pierde el tiempo,
nace un espacio que nos separa eterno,
y sueño el beso
que tú me has dado
aquí realmente;
me invento nuevos placeres
con que saciar mis ansias salvajes
de amor y sexo sin freno.
Búscame entre los cálices
de madrugada
probando a ver mi propio veneno
lo que hace,
allí vivo ajeno
a todo mal
que contra mí tramen
unos cualquiera.
Siempre detrás
oigo los mismos pasos
de alguien que me persigue,
una sombra de hombre
alargada en el vacío
y cuando miro se esconde
pero sé que está allí
mientras me imagino su sonrisa
y un cuchillo
cuyo brillo la refleja;
tal vez sea el fin de mis partículas
el eco de esa voz
resonando allí en la noche
y por dentro en mi cabeza
entonando una canción que yo conozco
pero aún no sé de qué...
Desesperadamente
echo a correr
y me tropiezo
sin ser consciente
con ella en mis papeles
cuando llego
a un rincón a salvo
del resto de la gente,
que con sus miradas
desde las ventanas
tratan de adivinar qué me sucede
cuando soy el único
que parece darse cuenta
de que faltan los ojos en sus caras
y la tierra tiembla
a cada paso
que doy hacia dentro del espejo
roto yo en pedazos
salpicando en todos los charcos
gotas que me perlan los cabellos
refugiado en no saber
que ya estoy siéndolo,
penetrando en los misterios
de la existencia.
Oh, poetas,
hablad de los espasmos
de quien a sí solo se atormenta
de tal forma
imitando la crudeza
de todo lo que ve en torno
a su presencia
obnubilada desde antaño,
hablad de aquel
al que encerrado con los locos
acosan gritos,
del que la familia reniega
por su falta de memoria
para los rostros...
Decid de ese fantasma
al que ciega el sol
y que anda siempre solo
y a nadie conoce
a su alrededor;
encended una vela
por el alma
de quien ya pecó
unas cuantas veces
de caer en las redes
del mismo error
hundido en los brazos
de alguna fulana que nunca extrañó
cuando faltaba
a su niño
en manos de un viejo loco
al que sus demonios dominan
cuando se pasa con el alcohol.
Entended al criminal
al que su novia engañó con otro
y con esta la emprendió a golpes
hasta matarla
bañado en vino amargo
del local de al lado;
tened valor y mucho cuidado
cuando de juzgar se trate
a todas estas personas...
Volveros locos
al probar un labio
por lo tan sabroso
que ni en sueños cabe;
retornad al seno de la madre
que a todos nos parió;
sed, oh, sí, en definitiva,
niños de nuevo
corriendo por los campos
de la imaginación sin límites;
bebed del suelo
ese oscuro don
malditos
como sois vosotros.
- Autor: Haz Ámbar ( Offline)
- Publicado: 23 de septiembre de 2021 a las 11:30
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 62
- Usuarios favoritos de este poema: 🖤🍃Meigajaz ☯💞, Lale Neda, alicia perez hernandez, Willie Moreno, Romey, BUSTILLOS
Comentarios2
Sería una dicha volver a la niñez, fuí tan feliz..
Placer leer tus profundas letras querido amigo...
Abrazos infinitos..
Jaz
Gracias siempre por tus tan amables comentarios...
Me Gustó mucho el contenido de tus letras ...de lo obscuro y atormentado salen las mejores....Un Abrazo
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