Suplicio

Llega el día de mi suplicio, se acerca la muerte, viene detrás de mi ? debo correr, y no detenerme, quién me ayuda? hay alguien por ahí ?

Mis pies están sucios y cortados, en un valle de espinos voy andando sin mi corazón, con un hueco grande en el pecho, por piedad, tengan de mi compasión !

No importa cuánto grite, no importa si alguien me puede escuchar, qué importa un alma perdida? Es solo un espíritu más.

Soy como aquellos que aún andan errantes, por la tierra, infectada de maldad, mordiendo mi propia piel, arrancándola, intentando no llorar.

Heme ahí, tragando mi propio veneno, bebiendo mi propia suciedad, como un ser humano insatisfecho, sentimientos sin formas, que se puede esperar?

Me entrego sin resistencia al sufrimiento, viene la manada de lobos, vivo me han de comer, me destrozan y yo grito, “quién me ayuda, quién ?”

Mas, solo hay silencio, mi sangre está en el suelo, como una decoración, destrozado está mi cuerpo, como lo está mi corazón. Ya la manada se ha saciado, mi carne por fin los llenó, pero mi lengua y mi cerebro no han comido, mentiroso ! embustero ! pobre pecador.

Solo quedaron mis huesos, como una ofrenda a la tierra que me recibe con horror, no importa cuando haya yo sufrido, después de la muerte, aún sigue mi terror.

 Ya me voy, camino al infierno, ya me voy para no volver jamás, un alma errante, un corazón embustero, un cobarde adiós, adiós hasta nunca más !