ESTOS AMANECERES QUE FUERON HECHOS PARA TI Y PARA MI

ESTOS AMANECERES QUE FUERON HECHOS PARA TI Y PARA MÍ
Cuando he de abrir los ojos 
y he de sentir la fiebre del sol 
en estos amaneceres 
que fueron hechos para ti y para mí.
cuando podré intercambiarte 
por estos atar de seres de madrugada que en la cama glaciar y nieve.
cuando podré verte viéndome y besarte besándome en estos amaneceres que te amo tanto, sin embargo se pierden en el trago de sol amargo que bebo de la misma fuente cada día trágico en que he de arrastrar el alma al trabajo forzado de cargar miradas que son tan pesadas como el mármol.
¡Sí!, para eso me he graduado; para entrar a las oficinas y que me brinden dos sillas, una para mí y otra para el alma fatigada.
para elaborar proyectos que después de verte pasar un miércoles sembrando flores en mi mente; elaborar proyectos con el alma ausente.

¡Sí! cayó el mal sobre mí, me ha tocado vivir lo difícil, lo doloroso, lo indecible.      Oh, quien vertió ese veneno de áspid en mis dulces aguas, quién con su voz me convirtió en este pozo seco lleno de ecos y tan aislado de todas las voces humanas.

¡Mi alma que era tu alma ya no lo es más!

¡Oh madre!, no he sido yo quién de ha graduado, a sido mi alma de amor y dolor.
¡Oh padre!, no pude salvar al mundo con tu bata de doctor, pero trataré de salvarme yo con poemas de amor. 
Cuando podré soñar señor que esta estrella que centellea en mi corazón pueda despertar y estallar en 
estos amaneceres que fueron hechos para ti y para mí y susurrarte al oído que ¡te amo!.