Somos un juego
donde cada quien
apuesta a un te quiero.
Pero a diferencia de perder
o ganar el haber luchado
desparecerá para no regresar.
Porque no pudo desbocar
un amor que bajo riendas
y traición desafió a un hoy.
Y los cristales se rompieron
en vagos recuerdos
de tu desamor quizás
tus brazos no dieron suficiente
protección porque el destino
salto los ríos que nutrían
nuestro corazón.
Y pronto todo se esfumo
como a las espinas a las rosas
y una simple diversión
aburrió aquel jugador
que no se valió de trampas
solo desdichas ganaba...
- Autor: Anély (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 27 de septiembre de 2021 a las 00:32
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 55
- Usuarios favoritos de este poema: Augusto Cuerva
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