mi ultima carta...?

A lo lejos contemplo ese rojo fuego intenso que marcaba mi piel, aún tengo las marcas tibias de tus “te quiero”…

Ansioso y nostálgico con el rostro húmedo y sonrojado corría sin descanso para alejarme de algo que llevaba conmigo,
una amarga e inaceptable realidad.

Cambie mis destinos esquivando las huellas de los recuerdos que se plasmaron en los muros, evitando el cambio brusco de tus ojos que ya no sonríen y que ahora solo ignoran.

 De que me servía cambiar mi ruta, si al final terminaba buscándote en ella?,
De que me servía ignorar si terminaba volteando bruscamente?
De qué? Si aún te tenía presente.

Experimentaba el sereno más frio de la historia cada que en aquella curva veía los recuerdos de un pasado no tan lejano,
de frente evitas mirar
de espaldas evitas voltear
y mi voz temblorosa a ti un grito de piedad te quería aclamar

Ahora! Ya no me trasnocho esperando a que la habitación se ilumine por tus deseos de tenerme cerca tuyo,
ahora lo hago esperando a que el sol me levante con el mensaje de una nueva ilusión,
el nuevo día, me espera con los nuevos recuerdos,

Ahora! Cada noche la luna se lleva consigo cada recuerdo que otras manos arrancan con caricias de mi piel,

Ya no, ni tú voz, ni tu risa, ni tus besos están presentes,
los remplaza el canto de mi cama durante el excitante placer de estar vivo,

 
¡Sí!, sangraba sin cesar la herida que la necedad provoco pero…
ese tictac de cada noche,
el baile nocturno,
la danza vespertina,
cicatrizaron sin temor la herida que evitaba una sonrisa cada día.

Contigo nació una hermosa historia,
Contigo nació una hermosa experiencia,
Contigo nacieron hermosos recuerdos,
y solo me queda desearte la mejor de las suertes,
el mejor de los destinos,
y nunca más volver a verte.