QUE NO SE HIELE LA VOZ

QUE NO SE HIELE LA VOZ

Con las luces del alba despierta,

en los ojos la luz vespertina,

una mueca todavía dormida,

en el rostro que despierta al día,

despertada, la ciudad se agita,

ya se oyen los tímidos cánticos,

ya despiertan las aves y trinan.

Entre sombras la luz se amodorra,

no queriendo salir pues es tímida,

el soñar despereza sus miembros,

y las ninfas del día se despiertan,

canturreando ya sus letanías,

ya comienzan a bailar sin prisa,

ya corriendo se afanan y gritan.

La corriente se ha llevado el lodo,

pero quedan los posos flotando,

lastre infecto que avanza con prisa,

ensuciando las nítidas aguas,

infectando las riveras límpidas,

en los cánticos cada día más broncos,

se acuclilla la soez inmundicia.

Pero nada detiene el avance,

de la vida que apenas respira,

ese viento que gélido aplaca,

el chillido de las golondrinas,

las palabras, que frías se quedan,

el aliento que era antes translúcido,

como el humo se materializa.

Ya se acerca el amor de puntillas,

ya la mano sin pausa acaricia,

en el fondo del barranco anidan,

las promesas del lejano día,

y versando cada sintonía,

van cruzando barreras y rejas,

las verdades entre las mentiras.

Que no sequen las voces los hielos,

que las manos se aferren unidas,

y que un coro de alegres alondras,

suene al fondo de tanta desidia,

que los ojos que miran por dentro,

también vean lo que no se mira,

a la tierra que sin ver palpita.

Angel L. Perez ®

https://www.poemas-del-alma.com/blog/usuario-188210

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01/10/2021