Eres el alba
que alumbra mi camino
de madrugada.
Eres la aurora
que siembra de sonrisas
los corazones.
...Y me conformo
con ser ese poeta
que tú despiertas.
Eres el guiño
del ojo y la pupila
que nos anima.
Eres la mano
y el dedo vacilante
que me acaricia.
...Y se serena
mi corazón enfermo
cuando te siente.
Eres el beso
que mandas con la brisa
desde los cielos.
Eres el ángel
que cuida mis espaldas
cuando camino.
...Y yo bendigo
la vida y tu presencia
porque te amo.
Rafael Sánchez Ortega ©
14/05/21
- Autor: Pyck05 ( Offline)
- Publicado: 4 de octubre de 2021 a las 07:51
- Categoría: Reflexión
- Lecturas: 66
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