Fue un error...

Me quedé pensando…ahí…velado en la bruma…

abrazado de la niebla del despecho,

envuelto en el céfiro denso del encono,

suspendido en el dilema,

arrimado a la incertidumbre…

a bordo de la desidia…navegando por la nada.

Me quedé perplejo…

en el fondo de un silencio insondable…persuadido de apatía,

meditabundo me quedé…como habitante del universo cuántico de lo sempiterno,

inútil y distante como misántropo,

estéril como girasol en pleno despego de tu desierto…

confuso como agua dulce en el mar de la amargura…desbordada de lágrimas contrariadas por este hastío insensible que sabe a decepción.

Me quedé desolado…inmensamente inactivo…como estancado,

paralizado como roca fría en la arista más extrema de tu abismo,

como luz tenue de un cirio…en las tinieblas impenetrables de mi desconsuelo.

Ahí me quedé cavilando…mirando al infinito sin estrellas,

intentando descifrar la crueldad de tu apariencia ilusoria,

tratando de resolver el crucigrama de tu seducción farsante,

esquivando la embustera persecución de tu mirada,

alejándome de la vil tentación de tus labios bermellón…humedecidos…

perversamente deliciosos…inevitablemente deseados.

Me quedé despoblado…inmensamente deshecho…

como sin vida…como muerto,

pretendiendo convencerle al corazón…que no tiene la razón,

que debe dejar de pensar que usted puede regresar,

que usted ya no es real.

Debo convencerle a esta pasión...que usted fue un error…

un triste error… que me hirió con su traición.