No presumo de ingrato, pero admito
que no está nada bien decir a voces
que uno entiende mejor a un animal que a una persona,
cuando menos
carece de buen gusto y quien lo dice
-en este caso yo- sí que debiera
confesarme culpable.
Culpable, sí , culpable por ejemplo de haber dado de lado a mi familia,
de huir de mis amigos
y hablar solo
o charlar con los muertos, las nubes y la lluvia.
Culpable por haber intentado tantas veces degollar a unos cuantos,
por haber sido Atila y no Quijote,
por no haber confiado en los horarios flexibles ni en el gozo
de un día soleado.
Culpable sobre todo de no haberme
suicidado hace tiempo
y estar vivo
consumiendo un oxígeno que alguien hubiera aprovechado
mucho mejor que yo.
- Autor: Vicente Martín Martín ( Offline)
- Publicado: 3 de septiembre de 2010 a las 05:31
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 80
- Usuarios favoritos de este poema: Pedro Pablo, Melba Reyes A.
Comentarios2
Interesante tema has tocado hoy, mi amigo...
Que contrariedad e ironia el no presumir de la ingratitud, mas aun asi, sufrir...
Siento que tienes un gran corazon, y sin duda mereces tanto como respirar ese oxigeno que te pertenece por derecho!
Un gran abrazo!
Rocio
Son versos llenos de pesimismo.....? pero muy buenos, llenos de retóricas que no convencen, porque la vida siempre hay que disfrutarla, aunque sea en el desierto, donde se buscaría un oasis para aplacar la sed....y la esperanza surge, aunque no apareciera el oasis...
Y pensar que la vida es un regalo.
Gracias por compartirlo
Lena
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