Barquito de papel
Silla
Sótano
Manuel y Juancito.
El anciano parado sobre una silla, con una manguera en la mano y antiparras en los ojos. Sobre el piso, en el medio del sótano, un barquito de papel.
El niño del otro lado de la puerta (que se encuentra abierta), sobre las escaleras, observándolo.
Manuel: sigue estando baja la marea, muy baja. Muy muy baja. (mira la manguera) y con esta baja presión, vamos a demorar una eternidad.
Juancito: abrí al mango la canilla. Tal como dijiste: con mi manito derecha, que es la más forzuda de las dos.
Manuel: Si tan solo llegara la tormenta…
Juancito: (mira hacia arriba), pero el techo…
Manuel: mirá bien, Juancito
Juancito: (observa examinando, pero sigue sin entender)
Manuel: (con cierta resignación) de todos modos está colmado de goteras. Rebalsan las goteras. Todo rebalsa, menos el agua.
Juancito: En ese caso, se mojaría todo, deshaciéndose antes de llegar.
Manuel: No está tan lejos… además, ¡yo puedo saltar!
Juancito: ¿y por qué no saltas ahora?
Manuel: porque la marea está demasiado baja, y…
Juancito: y destrozarías el papel
Manuel: mis pies, Juancito, mis pies.
Juancito: ah claro, también tu pies.
Manuel: está empezando a oscurecer
Juancito: acá siempre es de noche
Manuel: podríamos dibujar un sol naranja y pegarlo en la pared
Juancito: no puedo bajar las escaleras… por el agua
Manuel: podes construir un barquito de papel y…
Juancito: quedaría varado junto al otro
Manuel: (con entusiasmo) o un avión!
Juancito: y si te pega en un ojo?
Manuel: (señalando las antiparras) Estoy protegido!
Juancito: y si cae en pleno vuelo?
Manuel: seguirá siendo de noche
Juancito: y si se queda pegado a mi mano y me caigo yo con el avioncito?
Manuel: Vendrías nadando hasta la isla
Juancito: no entramos dos en una silla
Manuel: en ese caso, podrías ocuparla vos, y yo podría ir a abrir mejor la canilla de la manguera
Juancito: La señora dice que los viejos no juegan
Manuel: a mi me contó un pajarito que los niños sí
Juancito: los pajaritos no hablan
Manuel: La señora tampoco
Juancito: Es verdad, lo inventé
Manuel: ¡hay que celebrarlo!
(se escucha un trueno fuerte y comienza a llover)
Juancito: está empezando a llover
Manuel: mirá Juancito, el barquito se eleva
Juancito: (sin dejar de mirar el techo) ¡nos va a tapar el agua!
Manuel: mirá Juancito, el barquito se acerca a la costa
Juancito: (con los ojos tapados) no quiero jugar más
Manuel: saltá! Así, con los ojos cerrados!
Juancito: y mis piecitos???
Manuel: hay suficiente agua ya
Juancito: se va a enfriar la sopa!
Manuel: Acá! Socorro!
Juancito: tengo la tarea a medio hacer
Manuel: Ayuda!
Juancito: me va a agarrar anginas
Manuel: Náufrago en tierra!
Juancito: Uno, dos, tres, cuatro, cinco, seis, siete, ocho, nueve
Manuel: Diez! Vos podes!
(Se escucha un fuertísimo trueno)
(Juancito salta hacia el barquito con los ojos cerrados, lo aplasta y se queda arriba)
(se corta la luz)
Manuel: mira Juancito! Que hermosa tormenta
Juancito: no se ve nada
Manuel: ¡por eso! Mirá las estrellas, escuchá el sonido del agua. Mirá como salen los pecesitos de colores, a bañarse con la lluvia.
Juancito: Guau! Hay delfines también! ¡Que lindo es el mar! ¡Que divertido jugar!
(vuelve la luz)
Juancito parado en el barquito, riendo. Manuel sentado en la silla, mirándolo con ternura y felicidad
Manuel: ya podemos ir a tomar la sopa y a hacer la tarea, Juancito. No te olvides de apagar la luz.
(Manuel baja de silla y se dirige a las escaleras. Juancito se queda solo)
Juancito: (grita hacia las escaleras, mientras se acerca a la tecla de luz) ¿me puedo llevar el barquito, abu?
Manuel: ¡No!
(Juancito queda pensativo. Mientras apaga la luz)
Manuel: ¡mejor dejá que sea el barquito el que te lleve!
- Autor: Antonela Chiussi ( Offline)
- Publicado: 21 de octubre de 2021 a las 18:56
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 21
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